Limpiar las puertas de la ducha es fundamental, no solo por un tema de estética, sino de higiene y aseo personal; pues allí se acumulen restos de jabón y cal, moho, etc., que a la larga terminan siendo un foco de gérmenes y bacterias.
Para evitar daños en la salud de quienes utilizan estos espacios y que se deterioren las puertas, es importante que se realice un mantenimiento constante.
Refiere la Inteligencia Artificial que una limpieza frecuente de las mamaras como también se le conocen, garantizan su vida útil. Para conseguirlo, no es necesario invertir en productos especializados, algunos trucos caseros pueden ayudar.
¿Por qué es importante la limpieza de las puertas de la ducha?
Según los expertos, es importante limpiarlas con regularidad, ya que no hacerlo puede provocar la acumulación de residuos de jabón, manchas de agua dura y hongos; las cuales con el tiempo pueden hacer que el vidrio se vea sucio, opaco, sin brillo y poco atractivo.
Por tanto, mantener las puertas de la ducha limpias ayuda a prolongar su vida útil, ahorrar tiempo y dinero a largo plazo, indica el sitio web Excelsior Perú.
¿Cómo evitar el deterioro de estas piezas?
Recurrir al uso de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, es muy común, pues estos ingredientes resultan efectivos para eliminar las manchas y residuos, al mismo tiempo que desinfectan y acaban con el mal olor de los espacios.
Además, la experta en limpieza Alicia Martínez comparte en CuerpoMente un truco sencillo para un mantenimiento eficiente, el cual consiste en mezclar productos que la mayoría tiene en el hogar.
Martínez indica que se deben mezclar en un bol 4 cucharadas soperas de bicarbonato de sodio, tres cucharadas soperas de jabón lavaplatos y dos cucharadas soperas de crema de dientes, hasta conseguir una pasta, la cual se debe aplicar en las puertas de la ducha con un paño limpio de tela suave para evitar que ralle el vidrio y frotar suavemente por toda la superficie.
La recomendación es comenzar por la parte superior y una vez toda la superficie esté cubierta con la pasta, se debe enjuagar con agua caliente para eliminar totalmente el producto.
Una vez eliminado la totalidad de la pasta, es indispensable secar muy bien las mamparas con papel de cocina, y así ver el gran resultado.
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