El inglés se quedó con el mejor tiempo en la última jornada de pretemporada en Sakhir con su Mercedes, aunque no bajó el tiempo de Carlos Sainz del miércoles. McLaren asustó a todos.
Fueron tres días de puro trabajo para los equipos, utilizados por los ingenieros y pilotos para recabar información, pero la baraja lejos está de haberse repartido en la temporada 2025 de Fórmula 1. George Russell fue el dominador del último de los tres días al marcar 1m29s545 y superar por apenas 21 milésimas a Max Verstappen (Red Bull). Sin embargo, al inglés no le alcanzó para quedarse con lo mejor de la semana, título que finalmente fue propiedad de Carlos Sainz con su registro del miércoles (1m29s348).
Está claro que se trató de entrenamientos de pretemporada y cada equipo eligió su programa de trabajo y, claro, lo tenían guardado bajo siete llaves. Realizar un análisis concluyente tras los tres días de Baréin podría ser un error garrafal, porque nadie sabe con qué giró el rival (cantidad de combustible, mapa de motor, etc). Además, el clima no ayudó. Increíblemente, llovió el jueves en Sakhir y recién este viernes la temperatura estuvo un poco más elevada. La pista fue variando por temperatura y el grip fue muy distinto. Entonces, tal vez al momento de que un equipo simuló clasificación se encontró con un asfalto frío y con poco agarre. Y un rival puede haberlo realizado con una condición más benévola.
En Mercedes hay conformidad con el andar de la pretemporada, sin dudas, pero son cautos. En 2024 el W15 había mostrados sus mejores momentos en condiciones de frío, justamente lo que ocurrió en Baréin. Entonces, tal vez, pueda ser un espejismo que se caiga a pedazos cuando lleguen a carreras tórridas. “Estoy un poco preocupado en este momento, ¡porque en esas condiciones deberíamos ser dos segundos más rápidos que los demás!", bromeó Toto Wolff, el director del equipo de Bradley. “Hay que intentar pensar qué podría haber pasado si la temperatura hubiera sido 20 grados más alta, si el viento hubiera sido 180 grados diferente”, confesó Russell, quien se quedó con el 1 del viernes con una temperatura ambiente de 16 grados y de 20 en la pista.
El monegasco de Ferrari logró el mejor tiempo en una tanda en la que los equipos trabajaron en ritmo de carrera. Kimi Antonelli fue segundo y Lando Norris, tercero. Max Verstappen fue cuarto y Jack Doohan, quinto.
Verstappen se mostró conforme con su RB21, después de haber sufrido en la parte final de 2024 con el RB20 por el camino equivocado que tomaron los técnicos en el desarrollo. “Disfruté conduciendo. La verdad es que el coche fue bastante decente. En cuanto al ritmo, siempre es difícil decirlo, pero también lo disfruté. Supongo que eso es lo más importante. Es un poco más predecible que el RB20, pero a esta altura del año pasado, también en esta pista, no era tan malo, pero creo que el equipo aprendió mucho del 2024, así que ahora sólo intentamos abordar los errores y ver cómo va cuando lleguemos a Australia, que es un circuito completamente diferente al de Baréin, pero hasta ahora me gustó. No puede ser peor que el año pasado, así que creo que la dirección en la que estamos trabajando es buena. Sólo tenemos que seguir y ver cuánto podemos extraer de eso. Pero de momento es muy pronto”, contó el tetracampeón.
Si bien a una vuelta Verstappen y Russell fueron veloces, sin que eso signifique más que una alegría pasajera y con futuro incierto, en simulación de carrera el ritmo de McLaren asustó a todos. En las tandas largas del segundo día, pasando en limpio los tiempos, Lando Norris giró a un promedio de 46 centésimas más rápido que Kimi Antonelli (Mercedes). Esa diferencia se convertiría, en una carrera real en 24 segundos a favor del inglés. Mercedes fue el segundo mejor en ritmo con un dato no menor: la temperatura fue muy baja y ya en 2024 las Flechas de Plata se habían mostrado muy competitivas con esa condición. Ferrari fue el tercero en ritmo, con Charles Leclerc al volante, perdiendo a razón de 47 milésimas por giro con respecto al MCL39. Detrás quedó Liam Lawson y el Red Bull, a 76. Nada es concluyente, pero sí asustó. “Max no manejó”, fue la respuesta que dio Helmut Marko, el asesor deportivo de Red Bull, finalizada la simulación del miércoles. Más allá del desplante para Lawson, es cierto que Verstappen puede imprimir otro ritmo. Pero los autos papaya parecen estar en un escalón más alto en cuanto a ese ítem tan importante.
Por el lado de Ferrari, que era todo alegría e ilusión con el estreno de Lewis Hamilton, quedó la mueca en el final del viernes, con el SF-25 del inglés guardado y los biombos rojos evitando miradas indiscretas que pudieran saber de primera mano cuál era el problema. Sin dudas, un inconveniente cerca del final no dejó al heptacampeón completar el programa, justo cuando debería haber ido a buscar ese giro veloz que lo metiera en la discusión con Russell. Charles Leclerc había sido el más veloz en la mañana del viernes, pero con un tiempo muy alto.
Para destacar, el trabajo de Williams, siempre teniendo claro el contexto de que se trataron de ensayos y que muchos pueden haber escondido sus cartas. Para los de Grove, además de que Sainz se quedó con el mejor tiempo de la semana, Albon se mostró fuerte cuando buscó su tiempo y quedó tercero, a 105 milésimas de Russell en el día de cierre de ensayos. Alpine también se mostró con un buen ritmo y velocidad, con Pierre Gasly en el quinto lugar del viernes, a 495 milésimas del líder. Los de Grove y Enstone se mostraron con fortaleza como para pelear fuerte por el quinto o sexto lugar de Constructores, ante la debacle de Aston Martin y Haas que tuvo un programa que dejó dudas de su realidad. Racing Bulls estuvo lejos en ritmo, pero cuando Yuki Tsunoda buscó un giro, apareció.
Apenas un pantallazo, la baraja no está repartida. Recién se verán las cartas el 15 de marzo, cuando se dispute la clasificación del GP de Australia. Allí sí, todos pondrán lo máximo para conseguir el mejor tiempo posible y ya no se jugará a las escondidas. Y el 16, en la carrera, será tiempo de corroborar si el ritmo de McLaren que generó temor en Baréin era real. Falta poco.
El neerlandés perdió el control de su Red Bull en Baréin.